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10 Days in Argentina - 10 dias en Argentina


The next morning the little dog lay quiet but alive and when I touched his head he seemed to lean towards my hand. In spite of what humans had or had not done to him he was still eager for contact. Having fallen into the safe harbor of Cintia’s care, he would want for little but would probably never use his rear legs again. An appointment with the veterinarian would confirm the future of his mobility.

La mañana siguiente, el perrito yacía quieto pero vivo y cuando toqué su cabeza, pareció inclinarse hacia mi mano. A pesar de lo que los humanos le habían hecho, todavía estaba ansioso por tener contacto físico conmigo. Ahora bajo el cuidado de Cintia, todas sus necesidades serán satisfechas pero probablemente nunca volverá a utilizar sus patas traseras. Una cita con el veterinario confirmaría el futuro de su movilidad.

Cintia introduced me to all the staff members in the vet’s office. Everyone was very warm and welcoming and Cintia led me into the back room saying: “Not everyone gets to come back here.” After placing our rescue in a small kennel, I looked around and greeted other dogs in various states of disrepair. Lying quietly in the middle of the floor was “Roque” who had sutures where his eyes had been. “We had to operate on him…the result of getting struck by a car,” Cintia said. Another peered with sad eyes from a self-huddle at the rear of his kennel. “Nacho” was missing most of his lower jaw, and seemed to be depressed. Roque and Nacho were both rescued by Cintia. A third dog ambled in, pulling himself with his front legs in an easy sort of way. He seemed happy to meet someone new and I found out he was one of Cintia’s rescues who now belonged to the veterinarian. Having survived getting struck by a train, this dog found himself in a new battle for survival versus cancer and did not seem fazed by it. His face said: “pet me.”

Cintia me presentó a todos los miembros del personal en la oficina del veterinario. Todos fueron muy gentiles y acogedores y Cintia me llevó a la habitación de atrás diciendo: "Pocas personas tienen permiso de entrar a esta área." Después de meter nuestro rescate en una pequeña perrera, miré a mí alrededor y saludé a otros perros en varios estados de deterioro. Tumbado en silencio en el medio del piso estaba "Roque" que tenía suturas donde habían estado sus ojos. "Tuvimos que operarlo… fue atropellado por un automóvil,” dijo Cintia. Otro miraba con ojos tristes desde la parte posterior de su perrera. A "Nacho" le faltaba la mayor parte del hocico, y parecía estar deprimido. Roque y Nacho fueron rescatados por Cintia. Un tercer perro entró, tirando de sus patas delanteras de una manera fácil. Parecía feliz de conocer a una nueva persona y descubrí que él fue rescatado por Cintia y que ahora pertenecía al veterinario. Después de haber sobrevivido un golpe del tren, este perro se encontró en una nueva batalla contra el cáncer y no pareció aturdido por ello. Su cara decía: Acaríciame.”

The place was busy but Doc finally freed himself to give our newest rescue the once-over. Touching the dog up the spine ever closer to the unnatural angle, the veterinarian found the spot where our dog no longer reacted to being prodded. Just as it looked, the dog’s ability to feel stopped in the vicinity of the angle. “No, he will probably never regain use of his rear legs but let’s take some x-rays to be sure.” A lead coat adding weight to my small frame, I assisted by holding the dog still so the tech could take negatives. Once revealed, the negatives corroborated Doc’s hypothesis. Cintia asked Doc about how long ago the dog had sustained the injury and he estimated 3-4 weeks. What’s more, Doc estimated that based on the dog’s malnourished state, he probably had eaten very little during that time also.

El lugar estaba ocupado, pero el veterinario finalmente se liberó para examinar nuestro último rescate. Al tocar al perro por la columna vertebral cada vez más cerca del ángulo antinatural, el veterinario encontró el lugar donde nuestro perro ya no reaccionaba a ser tocado. "No, probablemente nunca volverá a usar sus patas traseras, pero tomemos algunas radiografías para estar seguros.” Con una capa de plomo agregando peso a mi cuerpo, ayudé a sostener al perro quieto para que el técnico pudiera tomar negativos. Una vez revelado, los negativos corroboraron la hipótesis del veterinario. Cintia le preguntó cuánto tiempo hacia que el perro había sufrido la lesión, y el veterinario calculó unas 3 a 4 semanas. Además, estimó que, según el estado desnutrido del perro, probablemente había comido muy poco durante ese tiempo.

Nothing to be done, that day we took the little dog back to Cintia’s house. But before we could leave the vet’s office Cintia turned to me, “Joseph this is your first rescue, you have to give him a name.” “Huh,” I thought, “this is some serious pressure.” This woman runs to help dogs that have sustained horrendous bloody injuries and I feel pressure when asked to simply name a dog. Anyway, with the vet tech watching as if to divine the words that were haphazardly trudging the pathways of my imagination with following a broken GPS, the scrutiny made me hurry. To me, the little dog seemed to have a very humble face and demeanor. “Humble” is what came to me; Humilde (ooh-mil-day) in Spanish is a three-syllable word, and seemed too long. Instead a shorter, two-syllable word felt more apt: Humo (ooh-moh). The word humo means “smoke” but for me it was short for humble. I started to explain my rationale for the name choice to Cintia and the tech, but the baptism was complete without another thought. We loaded Humo into the van and headed back to Cintia’s place and that afternoon she promised, we would head to the shelter where 90 handicapped dogs awaited.

Sin nada más que hacer, ese día llevamos al perrito a la casa de Cintia. Pero antes de salir de la oficina del veterinario, Cintia se volvió hacia mí, "Joseph, este es tu primer rescate, debes ponerle un nombre.” "Huh,” pensé, "esto es mucha presión.” Esta mujer se dedica ayudar perros que han sufrido heridas sangrientas y horrendas y yo me siento presionado cuando me piden que simplemente nombre un perro. De todos modos, con la ayudante veterinaria observándome y tratando de adivinar las palabras que ambulan al azar por los senderos de mi imaginación siguiendo un GPS roto, el escrutinio me hizo dar prisa. Para mí, el perrito parecía tener una cara y un comportamiento muy humilde. "Humilde" es lo que me vino pero es un nombre largo para ponerle a un perro. Una palabra más corta, de dos sílabas, se sentía más apropiada: Humo. Comencé a explicar mi razonamiento por el nombre a Cintia y el técnico, pero el bautismo se termino sin más vueltas. Cargamos a Humo en la camioneta y nos dirigimos a casa, y esa tarde Cintia prometió llevare al refugio donde esperaban 90 perros discapacitados.

The Shelter/El Refugio

If you have never been to the Refugio Zoobrevivivientes you will not know you are approaching it (unless you are walking and you become aware of the barking). There is no sign and the address has not been made public because that would be an open invitation for people to leave unwanted dogs and perhaps other animals at its doorstep. No, the Refugio is anonymously located on a dirt lane that bisects a dusty block and the shelter's entrance is sunken into a wall that sneaks away from passersby. The only physical sign of a dog shelter is actually writing on the wall near the front door that reads: "Until you have loved an animal a piece of your soul will remain dormant." As we slowly pull into park the writing becomes clear and it is framed by black garbage bags. Everyday the shelter is cleaned, producing approximately 4 black bags of refuse and when garbage collection workers go on strike due to a battle over wages, 4 bags multiply quickly.

Si nunca has estado en Refugio Zoobrevivivientes, no sabrías que te lo estás acercando (al menos que estés caminando y te des cuenta de los ladridos). No tiene cartel y la dirección no se ha hecho pública porque sería una invitación abierta para que gente deje perros y quizás otros animales no deseados en la puerta. El Refugio está ubicado anónimamente sobre un camino de tierra que divide un bloque polvoriento y la entrada del refugio está directamente en una pared que se escapa de los transeúntes. La única indicación física de un refugio para perros es una frase escrita en la pared cerca de la puerta que dice: "Hasta que no hayas amado a un animal, una parte de tu alma permanecerá dormida.” A medida que avanzamos lentamente hacia el parque, la escritura se ve claramente y estaba enmarcada por bolsas negras de basura. Todos los días se limpia el refugio, produciendo aproximadamente 4 bolsas de basura y cuando los recolectores de basura hacen huelga debido a una lucha por los salarios, 4 bolsas diarias se multiplican rápidamente.

Exiting the van to a cacophony of raucous barking, we had arrived to the Isle of Misfit Toys. Easing the front door open, a gentle canine sentinel greeted us with an easy smile and an eager wag. This sweet boy wanted my first visit to be a good one. “Don’t let him out,” Cintia said and closing the metal door behind us we found ourselves in a small open-air room that led to a second door, a portal to a place for dogs that have suffered horrendous injuries but still appear pretty happy. Most of them would have jumped on us if they were able. I don't mean to give you the impression that all 90 dogs were out in the open. To the contrary, only a handful were moving freely in the yard as most others were still in their kennels. The dogs we met first lived inside the only building on the premises that I later learned housed the most geriatric canines as well as all the supplies for the shelter.

Al bajar de la camioneta a una cacofonía de ladridos estridentes, habíamos llegado a la isla donde la discapacidad es el boleto de entrada. Al abrir la puerta de entrada, un amable centinela canino nos saludó cariñosamente. Este dulce muchacho quería que mi primera visita fuera buena. "No lo dejen salir,” dijo Cintia y cerrando la puerta de metal detrás de nosotros, nos encontramos en una pequeña encontrada al aire libre que conducía a una segunda puerta, un portal a un lugar para perros que han sufrido heridas horrendas pero que aún parecen bastante feliz. La mayoría de ellos hubieran saltado sobre nosotros si fuera posible. No quiero darte la impresión de que todos los 90 perros están a la intemperie. Por lo contrario, solo un puñado se mueve libremente en el patio ya que la mayoría de los demás estaban en sus amplios caniles. Los perros que conocimos primero vivían dentro del único edificio en el recinto que luego aprendí alberga los caninos más geriátricos y todos los suministros para el refugio.

Looking around Cintia explained that she had separated the square lot into three parks, partitioned by tall fences. The building for the older dogs was on our left hand side and the kennels started where that building ended and continued one after another in a straight line until taking a 90 degree turn to the right. Two sides of the lot were filled with kennels. Motioning to the structure on our left Cintia says “Besides this building, none of this was here, we built it all.” By we, she meant that she, through her tenacity, hustle and straight out refusal to give up, led a troop of volunteers and collaborators who believe in her mission to construct a refuge for 90 disabled dogs. As she describes it, “I have not done this on my own. Picture a train; I am like the engine and all of those who help me are the rail cars. An engine by itself is useless and rail cars with no engine go nowhere.”

Al mirar a su alrededor, Cintia explicó que había separado el lote cuadrado en tres parques, divididos por altos cercos. El edificio para los perros más viejos estaba a nuestro lado izquierdo y las perreras comienzan donde termina ese edificio y continúan una tras otra en línea recta hasta tomar un giro de 90 grados a la derecha. Dos lados del lote estaban llenos de perreras. Señalando a la estructura a nuestra izquierda Cintia dice "Además de este edificio, nada de esto estaba aquí, nosotros lo construimos todo.” Por nosotros, ella quería decir que ella, gracias a su tenacidad, impulso y rechazo de rendirse, lideró una tropa de voluntarios y colaboradores que creen en su misión de construir un refugio para 90 perros discapacitados. Como ella lo describe, "No he hecho esto sola. Imagina un tren; Soy como el motor y todos los que me ayudan son los vagones. Un motor en sí mismo es inútil y los vagones sin motor no llegan a ninguna parte.”

How to Help/Como Apoyar la Causa

Cintia says that anyone who wishes to become part of this train called “Zoobrevivientes” is more than welcome to join. If you would live in the United States and would like to donate to the Refugio Zoobrevivientes, please use this link to Cintia’s PayPal account. You can visit Cintia's Facebook page for information on all rescues.

Cintia dice “Bienvenidos sean todos los que sumen a este tren que bautice Zoobrevivientes.” Si usted desea donar tiempo, suministraciones o dinero al Refugio Zoobrevivientes, favor de contactarle a Cintia por Facebook.

Stay Tooned!

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